🇨🇴Hecho en Colombia

Gestar es un camino en espiral

"Gestar nos lleva a habitar espacios de nuestra historia hacia atrás y hacia adelante"

En esta etapa nuestra psique y emoción nos pide pasar una y otra vez por memorias incluso de nuestra propia gestación y crianza para recogernos y ponernos en este presente tan vital.

El tiempo del primer trimestre nos pide abrir espacio y entrar al vacío para conectarnos con eso que habita profundo en nuestro ser, además de darle espacio a bebé para que empiece a manifestarse dentro de nosotras.

A veces este tiempo nos aterra, nos resistimos ante ello.

¿Cómo vamos a dejar de ser lo que hemos sido?

¿Cómo voy a poder habitar un cuerpo en expansión?

¿Quién seré después de todo esto?

¿Realmente estoy preparada para cuidar de una vida?

Estas y otras preguntas más al inicio de la gestación pueden llegar como una marea que nos sobrepasa.

 

Y entre más resistencia tenemos, más nuestro cuerpo nos lo pide a través de los síntomas que son «comunes» pero que realmente son un llamado de atención para cambiar de ritmo y frecuencia (mareos, vómito, desaliento)

En la medida que vamos habitando ese nuevo cuerpo en presencia y nos entregamos a esta nueva etapa, los síntomas pueden ir mermando.

En el segundo trimestre puede sentirse que todo ha sido superado. Encuentras tierra llana en dónde todo es más ligero y empezamos abrazar esta etapa, comprendiendo las necesidades del cuerpo y espíritu sincronizadas al ritmo del crecimiento de bebé.

Y cuando ya de nuevo vamos habitando un lugar cómodo, de nuevo la vida nos pide transformarnos.
Volver a entrar en el vacío. 
Esta vez, para abrir espacio al nacimiento. A la dilatación de nuestro cuerpo. Para que se abra a recibir la vida.

Y de nuevo…. llegan un montón de preguntas e incertidumbres, nuestra mente navega hacia el futuro.

Pero el cuerpo nos pide vaciar la mente para poder estar presentes y danzar con nuestro hij@ hacia la vida. 

Dejar de lado todo ideal y entregarnos al misterio de la vida. De lo que es con sus formas. Es aquí cuando podemos recordar en lo profundo que sólo somos unas servidoras ante la vida, que nada está bajo nuestro control. Que somos un portal. 

 

Y es así cómo durante los 9 meses de gestación nuestro cuerpo, físico, emocional, mental, espiritual nos va enseñando de qué se trata la energía de expandir y contraer, ir y venir, entrar y salir, adentro y afuera, esa hermosa dualidad que crea la vida y que SIEMPRE hemos estado transitando pero que cuando gestamos y parimos lo vivimos a toda intensidad. 

Para recordarnos que la vida es…. 

Una espiral.

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