Gestación y maternidad

gestación consciente y maternidad

La teta y su transformación

por : Nayra Esta foto es del 3cer día de nacida de mi hija Illa, después de un parto en casa y con un shot abundante de oxitocina. Cuando recuerdo estos días los siento como de estar en una cueva lamiendo a mi cachorra, sin mucha gana de ver a la gente, solo queriendo intimidad con ella y con mi nueva yo mamá. Tuve muchas dudas antes de parir alrededor de la lactancia, pues en mi habitaban memorias familiares… mi mamá no pudo lactar a causa de una preeclampsia muy fuerte… mis tetas no eran suficientemente “voluptuosas” para pensar que allí se generaría toda una fábrica mágica de leche materna. Algo muy profundo deseaba poder dar leche, dar teta. Entregarme a esa energía única que nos hace reconocernos como mamíferas, con nuestras crías, pegaditas a nosotras. Hay un imaginario de ver a las mujeres plenas dando teta, felices… y si… allí llegué luego, pero antes… la amada transformación me hábito para enseñarme. Y se qué a muchas nos ha habitado, nos hemos tenido que desconstuir, entregar imaginarios, dolores, miedos y salir de esa zona de confort… sobre todo…. aprender abrir el corazón real y profundo. Muchas mamás primerizas pasamos por un dolor transitorio de los pezones para acostumbrarse a la succión de bebé, de las grietas, las posibles heridas y el dolor, bendito dolor que nos hace traernos tanto al presente. Que puede llevar a traspasar límites inimaginables y es allí cuando uno se da cuenta lo que el amor más puro y sincero puede hacer para que uno se rinda ante él y trascienda todo. Y es por eso que nos volvemos unas defensoras de la teta, de la leche materna. Porque después de un tiempo nos damos cuenta… lo sanador y profundo que es para nosotras como madres y lo valioso para nuestros hijxs.

¿Embarazo o Gestación?

La palabra «EMBARAZO» es muy común cuando una mujer esta en la espera de un bebé. Sin embargo desconocemos la raíz de esta palabra y la gran carga que trae. Esta semana se celebro la semana la radicación de la violencia contra la mujer, y la violencia ginecobstetra se ha visualizado estos últimos años, sin embargo, seguimos llevan a cuestas palabras y nombres a nuestro propio cuerpo que sólo hacen referencia peyorativas. La palabra EMBARAZADA proviene de la palabra EMBARAZOSO y siginifica «impedir, estorbar», también esta relacionado con «Carga»Es desde allí donde se han establecido tantas creencias y tabús al rededor de llevar una vida en el vientre y que tenga tantas connotaciones sociales y culturales para las mujeres. Es muy diferente usar la palabra GESTACIÓN O MUJER GESTANTE, esta palabra viene de la raíz de «Gestare» y significa llevar en la matriz, crear, llevar un plan.Sin dudas esta ultima palabra va más en coherencia con la acción de llevar y contener la vida en el vientre. Somos creadoras de la vida y este estado no debe ser peyorativo ni ser ninguna carga social. Por Vientres florecidos y llenos de vida Si deseas acompañamiento en tu gestación y/o posparto Contáctame

Cierre Posparto

por : Nayra Todo en la Naturaleza existen los tiempos de transición, los humanos los llamamos Rituales de transición. El nacimiento, la caida de los dientes, la llegada de la pubertad, el encuentro con el otro ( matrimonio), paternidad y maternidad, la muerte y otros tantos que celebramos año tras año. El Posparto hace parte de estos rituales, es un cuidado desde todos los planos, físico, emocional, mental y espiritual en donde el cuerpo retorna a su estado primario antes de gestar y la mente y espíritu se preparan para la nueva gran etapa de la maternidad. La importancia de agradecer y volver a poner todo es su lugar en el cuerpo para garantizar buena salud para la madre y en esa medida a bebé y la familia. El cierre de posparto cosiste en: – Baño de plantas dulces, que permiten relajar, calentar el cuerpo y ayudar a terminar de soltar todas las emociones contenidas. -Masaje completo, en donde se consiente y se ayuda a soltar cualquier tensión generada, además de reubicar los organos. – Cierre de caderas y huesos: se aprieta todo el cuerpo para re acomodar órganos, huesos y músculos. Conteniendo a la mujer/madre. – Equilibrio de los chakras con radioestecia. A partir de la pendulación con gemoterapia se equilibran los 7 puntos energeticos Si deseas conocer más o agendar una cita para el cierre de posparto puedes escribirnos Atendemos Chía- Sabana Norte fb: MaiteneMujer 316 871 12 15

Soy Madre encuerpada

por : Zabina Ma Hoy 15 de noviembre hace 7 años estaba abrazada a mi último hijo cerrando mi cuarentena, este ritual iniciático donde como nuevas madres comenzamos un tiempo de purificación -la recuperación y renovación de nuestro cuerpo- reorganizamos el templo; los órganos desplazados hacia arriba por el espacio que ocupaba él bebe vuelven a su lugar, las coyunturas se cierran, se elimina el líquido y las reservas que ya no necesitamos, nuestro útero se limpia y se repone. Es el tiempo de iniciarse como Madre, si es tu primer hijo y si no lo es…tiempo de asimilar e integrar a ese nuevo ser, conocer y  descubrir juntos nuevas formas de comunicarse a través de los sentidos en un nivel dulcemente sutil e intuitivo Luego se queda el puerperio…una puerta que se abre para reconocernos, volver al centro, cuestionárnoslo todo y no tener siempre las respuestas. Es un llamado a no mentirnos, a mirarnos a la cara…ese nuevo ser que comparte nuestra aura es espejo cristalino de nuestros espacios ocultos y también de nuestras luz más íntima. Y bueno…Encuerpando la experiencia en la que te rindes o peleas…entendí que cuando llega este ser con luz y claridad infinita en la mirada, viene con esa niña que brillaba de la misma manera, esa “Tu”…que se pregunta, aunque lo intuya, cómo cuidar “bien”, como sostener, como dar todo lo que el otro necesita…y si ese mismo cuido lo recibió ella. Todo este viaje que invita a amar mucho al principio…Ayudar a llegar saciado de besos para que después no se busquen mitades por el mundo…ser cuerpo presente, vivo, nutricio para ese ser…me confronto con eso llamado amor propio! me vi al espejo y perdím todos mis puntos de identificación, y la distancia entre lo que debería sentir y lo que sentía se hizo bien profunda. No fue el primero (Mathías) el que me trajo toda esta claridad, ni el segundo (Agustín) quien me hizo abrir los ojos a toda la fuerza que contenemos las mujeres, fue el tercero (Emiliano) el que me impulso a subir la montaña del miedo y la inseguridad para abrazar a esa niña adolescente enemiga de su cuerpo porque así le habían enseñado… alejada de lactancias e ignorante de su útero…siempre demasiado delgada, demasiado peluda, demasiado pequeña, demasiado…demasiado que aun habitaba en mí; para juntas lanzarnos al vacío de reconocer-me nueva, en plena consciencia y asombro de mi cuerpo de Madre. Inicie el camino de encuentro hacia mi cuerpo, hecho mío… Sus vidas en mi…me hicieron carne, me hicieron consciente de la sangre que me recorre y el aliento que me invade. En el acto de gestarlos y criarlos fui consciente de mi propia existencia. Jamás imagine que entre todas las cosas elegiría cuidar y cuidarme no desde el sufrimiento, ni el sacrificio, si no desde la celebración, descalza, en la montaña, educando en casa con el peso de 3 niños sobre mi cuerpo…que me vería mujer, rotunda, bella, femenina, ancha, expandida sin hacer nada; “Simplemente” (lo digo así ahora, honrando y agradeciendo el camino recorrido) entregándome a la experiencia con todas sus sombras y luces, explorando y entregando mi cuerpo caliente y acogedor donde mis hijos se sintieron y sienten en casa, un cuerpo que no se siente igual que antes, porque lo respiro, escucho, siento y danzo distinto… soy ahora testigo del poder que a veces desconocemos en nosotras que tiene que ver con la capacidad inconsciente de gestar vida y mantenerla con vida, porque todo lo que se piensa demasiado se debilita…mi cuerpo y el de toda mujer al ser Madre se convierte en un mundo para llegar…y llegan hijos en todas sus manifestaciones, llegan hijos donde mirarnos y señalarnos con el dedo… y reconocer que lo hemos hecho muy bien a veces, nos hemos convertido en mejores que entonces y nos hemos perdonado. Zabina Ma “Convierto mi propio cuerpo y sus memorias en objeto/sujeto de investigación…lo que descubro es ni más ni menos que la experiencia de la creación y es uno de los aprendizajes más alucinantes de la vida, aunque suene utópico una metamorfosis (la mía) física, psíquica y espiritual llena de amor y de dolor, en lucha frontal contra la muerte, contra el mundo y contra el sistema, algo completamente revolucionario” Gabriela Weiner Nueve Lunas

Gestar y parir en consciencia

por : Nayra Este Post es primero de una serie que quiero compartir sobre la gestación y el parto desde la CONSCIENCIA Y LA CONFIANZA  para decidir cómo queremos parir y con quién queremos parir GESTAR Y PARIR EN CONSCIENCIA  TODAS LAS MUJERES SABEMOS PARIR, PUJAR Y DAR A LUZ. Esto está intrínseco en nuestro ADN. Nuestro cuerpo  guarda esta memoria como lo mamíferas que somos. Sin embargo, para despertar esta memoria en todo su esplendor, hay una tarea  previa muy importante que permitirá  que podamos parir confiadas y en amor. Y es  SER CONSCIENTE.  1.  Ser conscientes de nuestro cuerpo y ojalá previamente a un embarazo. Ser conscientes de nuestros ciclos y nuestra menstruación. Asì reconoceremos los cambios  físicos y emocionales a lo largo del embarazo. 2. Ser consciente de nuestras relaciones. Especialmente, la relación con nosotras mismas. ¿Cómo nos cuidamos y nos automaternamos?  ¿Nos nutrimos con amor propio?  Y así mismo, con los otros, con nuestro padre y nuestra madre. Ellos son los referentes que tenemos de  una relación, tanto de pareja como de papá hij@ y mama  hij@.  Sì hay algo pendiente en la relación con nuestros padres, tarde o temprano empezará a salir a la luz. Ya sea en la gestación, en el parto o en la crianza con nuestros propios hijos. Y por último, pero no menos importante, la relación con nuestra pareja o el padre de nuestro hijo. Es importante revisar desde dònde estamos estableciendo esa relación. Desde el acuerdo del cuidado, la confianza, el amor, diálogo en donde podemos ser nosotras mismas o ¿desde dónde? 3. Ser consciente de qué nos nutrimos.  Tanto física, como emocional y espiritualmente.  Así como el alimento que comemos nutre al hijo que estamos gestando y, a la vez, está fortaleciendo y preparando nuestro cuerpo para parir.  De igual forma, el alimento emocional y espiritual nutre a nuestro hij@ y a nosotras. Sí vivimos una gestación bajo estrés o depresión o alguna relación tóxica, todo esto quedará en nuestra psique en forma de bloqueos y así mismo podría estar configurando o afectando a nuestr@ hij@. Es por esto, que el alimento espiritual, es muy muy importante, porque desde allí  es donde vamos a poder gestionar nuestras emociones. Será la herramienta para sostenernos en la gestación y para sobre llevar las memorias uterinas que se despiertan y especialmente para fortalecernos en el momento del parto. Esa fuerza creadora y vital de donde sostener y pedir asistencia. Tener la plena confianza que la vida misma nos está sosteniendo y cuidando a nosotros y nuestro hij@. Finalmente, ser consciente permite despertar nuestra INTUICIÓN  Y CONFIANZA y desde allí tomar la mejor decisión para nuestro parto en las que nos sintamos tranquilas.

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